Hola soy Goya. Os cuento. ¡He vuelto a Mirador de Montepinar! Y Vicente también, claro. Nos hemos comprado el ático de enfrente de el niño, para poder tenerle más cerca. Hemos vuelto porque resulta que le echábamos de menos, y además... ¡somos millonarios! Esos 12 millones de euros que nos tocaron nos sentaron de lujo.
Ayer Lola se quedó helada al vernos. Voy a controlarla más que nunca, a ella y a la madre. Bueno, tengo que seguir desembalando. Nos vemos.
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